Mi etapa de Erasmus marco bastante mi forma de observar el paisaje y la vida en general. Estuve estudiando en una residencia de estudiantes, en la ciudad de Kalisz, Polonia. Poco tiene que ver esta ciudad con el concepto general que tiene la gente sobre el erasmus. Una ciudad reinada por la tranquilidad, el silencio, el orden... Los 5 meses que pase en esta ciudad, lejos de mi casa, sin conocer a nadie, aislado del ruido de las grandes ciudades, casi como en una burbuja personal que amenazaba constantemente por romperse y salpicarme, me obligaron a apreciar todo aquello que me rodeaba y que se comunicaba conmigo en un segundo plano pero creando una armoniosa melodía poli sensorial.
Los fines de semana cogía un tren a cualquier sitio que no me dejara tanto tiempo conmigo mismo, el silencio característico de esta ciudad y me permitiese distraerme. Era al volver a esta, siempre los domingos por la noche y en el pequeño camino desde la estación de tren hasta la residencia caminando en una total oscuridad fría y silenciosa que volvía a invadirme esa sensación extraña de soledad y tranquilidad. Una sensación agridulce, que si bien en parte me calmaba, sobre todo me generaba unas emociones concretas de aislamiento que nunca había sentido.
Si bien esta pequeña obra no es más que un estudio, refleja el sentimiento constante que me rodeo en mi estancia en esta ciudad, un camino habitual con una atmosfera concreta, casi mística, donde todo se hacia pequeño y enorme al mismo tiempo. El tiempo comenzaba a correr lentamente y empezaba una carrera contra reloj eterna por tratar de coger otro tren lo antes posible y huir del silencio ruidoso de Kalisz.
Camino a la residencia desde la estación, Kalisz.
"Camino a la residencia desde la estación, Kalisz", óleo sobre lienzo 18 x 12 centímetros. Obra realizada en Kalisz, Polonia. Todos los derechos de reproducción y copia están reservados al artista. Oroz, 2025.
